miércoles, 18 de mayo de 2011

Capitulo 2





























Rachid es un joven de 17 años. Guapísimo y de origen marroquí. Convence a sus padres que, aprovechando que tienen unos días de fiesta, lo dejen salir fuera de la ciudad. La madre está convencida que su hijo sigue virgen y que como va con chicos no hay peligro. No quiere que tenga nada con alguien ajeno a su religión. El padre lo mira con complicidad y, sin que la madre se entere, le pone unos preservativos en la bolsa. Está seguro que su hijo tendrá sexo en esos días. Y esa es la intención del guapísimo Rachid pero no con ninguna golfa, como dice y espera su padre, sino con el guapo chico que lo ha invitado. Rachid está muy contento. Él mismo se ha encargado de decirle a sus amigas que están tan loquitas por ese chico que él se ha ligado a ese rubio tan guapo que les gusta. Y es que pese a que el chico ese nunca negó que era gay, muchas chicas aún tenía esperanza. Rachid quiere dejar claro a sus amigas que ese guapo es para él.
--¡Jorge y yo solos¡ ¡¡será tan romántico¡
Rachid está muy ilusionado.
--¡ahora sí se me va a hacer¡
Está acostumbrado a que muchos se le acercan sólo por sexo, por la curiosidad de saber qué se siente al acostarse con alguien de otra cultura.
--pero con Jorge todo es distinto, a él le importo sólo yo. No mi religión.
Suspira pensando en él. Ilusionado en un futuro con ese chico. Sus padres no sabe que es gay pero sí su entorno en la escuela. Con Jorge a su lado no va a tener miedo de enfrentar a sus padres al enterarse que no solo la persona con la que sale no es árabe sino que ni siquiera es una chica.





Salen al día siguiente. Jorge y Rachid solos en una cabaña cerca de un lago. Jorge lo seduce con su voz. Le canta al oído (y canta bien) Y también lo seduce con su belleza. Ambos tienen 17 años, son guapos y les encanta el sexo. Hacen el amor nada más llegar. Ninguno de los dos quiere esperar. Después del momento de placer, Jorge se levanta totalmente desnudo. Va al baño con su móvil. Pone un mensaje a sus amigos: “gané la apuesta, me acosté con el moro”
Y como prueba pone la cámara a grabar y les muestra al joven desnudo en la cama esperándolo. Jorge se acerca a Rachid. La desnudez de éste tiene hechizado a Rachid. Lo mira y es como si el mundo se acabara. Se olvida de todo. No le importa nada. Es como si su vida fuera ese chico, ese momento. Se funden el uno en brazos del otro. Son varios días lo que tienen para estar juntos y lo piensan aprovechar para chingar y mucho. Aunque no es lo único que quieren hacer. Jorge quiere divertirse con Rachid, le encanta acostarse con él pero también quiere enamorarlo. Cuanto más alto esté más dura será la caída. Jorge se lo lleva a pasear. Van al lago que hay tras las cabañas. Suben en barca. Jorge le regala una flor que encuentra en el camino. Rachid está fascinado.
--¡qué romántico eres¡
Rachid siente esos días como una luna de miel. Siente que está viviendo los mejores días de su vida.
--Creo que me estoy enamorando de ti –le dice Rachid.
Jorge sonríe con cara de bueno:
--¿sólo crees?
--Eres el hombre de mi vida –suspira Rachid.
Jorge le guiña el ojo y se besan. Se quedan un rato parados en el lago. Luego salen a caminar. Jorge grita al ver algo que se mueve en la hierba.
--¡animales salvajes¡ --grita con cara de terror.
Rachid es muy cariñoso con él.
--si sólo es una ardilla –dice divertido.
--si claro. Era broma –dice Jorge que no quiere quedar en ridículo.
Jorge agarra del brazo a Rachid:
--No se lo digas nadie.
Es una orden. Casi una amenaza. No hay nada en esa mirada del Jorge del que se está enamorando pero Rachid no le hace caso. Está seguro que es por el susto. Lo abraza muy cariñoso:
--Olvídalo --Rachid.
Luego lo besa.
--soy tan feliz.
Jorge tiene mala cara pero le gusta el sexo con Rachid. El chico es muy guapo y le encanta acostarse con él.
--vamos a la cabaña –dice Jorge con cara de pervertido.
Hacen el amor durante todo el día. Rachid se levanta. Jorge le da un golpe en el desnudo trasero de Rachid.
--¡que culo tienes¡
Los dos se miran con contentos. Para Rachid ese lugar es un sueño. No se da cuenta que Jorge sólo se está divirtiendo, que sólo busca sexo. Rachid se asoma a la ventana que tiene una vista al lago impresionante.
--¡me encanta este lugar¡
Jorge se queda desnudo en la cama. Rachid se gira. Mira enamorado a su amante y dice.
--¡gracias por hacerme vivir un sueño¡
Y eso es lo que cree Rachid. No se da cuenta que para Jorge sólo es un trofeo. Rachid es muy guapo. Es espectacular y desnudo aún más. Jorge tenía ganas de conocerlo. Se levanta. Está cachondo. A los dos les gusta mucho verse desnudos, verse como se le mueve al otro los genitales. No dejan de observarse. Jorge le agarra de las dos nalgas. Rachid se gira y lo besa con pasión. Jorge lo abraza por la espalda. Rachid se siente tan feliz.
--gracias por estos momentos que me has regalado –Rachid.
Los dos frente a frente, sus miembros se rozan.
--Estar aquí con el hombre perfecto ha sido lo mejor de mi vida –Jorge.
Rachid se muestra tímido.
--no seas exagerado.
Pero se sabe muy guapo, todos se lo dicen y le gusta que así sea.
--si tu compañía es una maravilla el paisaje que no se queda atrás –Rachid.
Jorge lo lleva hacia la cama.
--me has regalado los momento más hermosos de mi vida.
Rachid se queda desnudo en la cama, Jorge de rodillas, se acerca para meterle la verga en la boca.
--estos días van a ser un recuerdo imborrable para…
Rachid no puede acabar porque Jorge le llena la boca con su verga y entonces chupa. Los dos disfrutan mucho.











Rachid y Jorge viven días de pasión. De sexo puro y duro. Llegan al cuarto día por la tarde. Van a casa de Jorge y hacen nuevamente el amor. Ven en el portátil las fotos que han hecho. Algunas de ambos desnudos.
--Estas no se las enseñes a nadie –Rachid.
--como crees? Yo también estoy en bolas.
Rachid le sonríe confiado y lo besa.
--serán un recuerdo muy bonito para el futuro –Rachid.
--¿quieres que te las mande?
Jorge se lo dice para que confíe pero no quiere que tenga copias. Sabe que le va a decir que no.
--¡mis padres me matan si las ven¡
Jorge sonríe travieso.
--yo las guardo bien.
--Lo sé –dice Rachid enamorado.
Jorge sabe que esa relación tiene las horas contadas pero le gusta ver a Rachid ilusionado y a sus pies.

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