lunes, 10 de octubre de 2011

Capitulo 33














David y Rachid han bebido, han fumado y han chingado. Se aman y se divierten juntos. Están los dos desnudos en la cama en la que será su primera noche juntos y eso es algo que a los dos les hace mucha ilusión. Se miran con mucho cariño.
--Mañana no habrá quien se levanta –Rachid.
Los dos desnudos en la cama, les gusta estar juntos, desnudos. Les gusta mirarse. Se han deseado mucho y casi les parecía que se iban a volver locos si no se acostaban y ahora están viviendo juntos. Eso es algo que a ambos les hace mucha ilusión.
--Podemos faltar a clase.
David está hechizado por la belleza de Rachid, también lo ama. Es feliz a su lado. No le importa nada. Si tiene a Rachid no quiere tener nada más. Rachid está también muy feliz pero tiene muy claro cuáles son sus responsabilidades.
--No tío, no le podemos hacer esto a tu padre, le hemos prometido que estudiaremos…
--Teniéndote siempre para mi no sé si pueda –dice con cara de pervertido.
Rachid lo acaricia.
--Vivimos juntos, ahora tenemos responsabilidades, trabajar, estudiar. Tú ya has repetido una vez no puede volver a fallar.
Lo de las responsabilidades no le gusta mucho a David:
--Pero también nos podemos divertir…
--Claro que sí.
David mira a Rachid con cara de depravado. Lo ama pero también siente una fuerte atracción por él.
--Todos los días…?
Rachid le sonríe. A él también le gusta mucho David, le encanta acostarse con él pero David es demasiado pasional. Le hace gracia esa parte de su chico. Sabe que David lo ama, se lo ha demostrado pero le encanta mucho el sexo y se la pasaría chingando.
--Bueno, no sé si todos los días tendremos ganas…
--Yo te juro que sí –David con mirada libidinosa.
Sonríen, se besan. Rachid bosteza.
--Me muero de sueño…
David está muy cachondo. El tener al desnudo árabe a su lado lo tiene encendido.
--Pues yo aun echaría otro polvito…
--Otro?¡ --Rachid sorprendido pero divertido-- como te pasas tío. ¿Nunca tienes bastante?
--De ti no.
Se besan. David está ardiendo, Rachid es más calmado.
--en serio, me muero de sueño.
David nunca está cansado para chingar.
--Pero podemos faltar a la primera hora.
--No quiero que quien nos haya querido hacer daño piense que lo ha logrado, quiero que nos vea mejor que nunca.
Rachid se acurruca bien al lado de David.
--bueno me fumo el último y dormimos.
En realidad lo que quiere es ver si convence a Rachid para que echen un último polvo pero Rachid se queda dormido en seguida. Ha sido un día duro. David se lo queda mirando con amor y con deseo. Lo abriga con cariño. Apura el cigarro sin dejar de mirarlo. Acaricia a Rachid, desea protegerlo. Le duele que sus padres le hayan hecho daño. David quiere hacer todo lo que pueda por Rachid, también lo ama y le gusta estar viviendo con él. Apaga la luz. Le cuesta estar al lado de Rachid desnudo y dormir. Acaba dándole la espalda para tratar de relajarse y no estar tan cachondo. Está tan sofocado que no cree poder dormir.

Suena el despertador. Es el móvil de Rachid, es el único que se ha preocupado de que tienen que ir al instituto. Rachid es el que lo apaga y es que David ni se inmuta. Aún sigue durmiendo. A Rachid le gusta abrir los ojos y encontrarse a David dormido desnudo a su lado. Le da un beso.
--cari, David, cariño… --dice tratando de despertarlo.
David tiene el sueño bastante.
--mamá, cinco minutos más –dice haciéndose el remolón.
Rachid se le ríe. Lo va zarandeando.
--David, tío. Venga que soy yo que vamos a llegar tarde.
A David le gusta abrir los ojos y que lo primero que vea sea el rostro de Rachid.
--buenos días, amor –dice David cansado pero feliz.
--vengo tío. Me doy una ducha rápido y preparo el desayuno. Estamos más lejos así que tenemos que salir antes. No quiero llegar tarde.
El que Rachid ande desnudo y vaya a la ducha, es lo que más despierta a David. Va muerto de sueño. Entra en el baño desnudo.
--buenos días –dice bostezando.
Rachid le mira mientras se mete a la ducha. Señala la parte genital del chico.
--pero tío, siempre te levantas con esa tienda de campaña? –dice divertido.
David trata de hacer pis.
--Es que me dejaste con las ganas ayer.
Rachid se le ríe.
--¡pero sí lo hicimos dos veces, y cuidado al mear como la tienes de gorda, no salpiques que ahora tenemos que limpiar nosotros¡
--Eres como mi madre, tío –dice David riendo.
Pero los dos están muy contentos de estar viviendo juntos. La fuerte erección que tiene hace que a David le cueste orinar. Luego se acerca a la ducha. Le pone cachondo ver a Rachid lleno de jabón, duchándose.
--venga, tío. Hazme un sitio que nos duchamos juntos.
Rachid no se acaba de aclarar. Con la cara que lo está mirando David ya sabe que no van a ducharse. Se va secando.
--No, ni hablar que vamos a llegar tarde.
Rachid sale secándose, David le da un golpe en las nalgas desnudas.
--Esta tarde te pillo y no te me escapas –le dice mirándolo con cara de pervertido.
--Anda, dúchate rápido que te preparo el desayuno.
--pero dame un beso de buenos días, ¿no? –David mimosón
Rachid no se le resiste. Se besan y David trata de meterlo en la ducha y Rachid casi cae.
--tío, eres un cabrón –dice divertido—sólo piensas en sexo.
David pone una divertida cara de frustración porque se ha quedado con las ganas pero está contento. David se ducha, canturrea. Es uno de los días más felices de su vida. No le preocupa nada más, sólo que está con Rachid. El musulmán se viste rápido. Desde la habitación se ve la ducha. Le excita ver a David desnudo pero se controla, tiene las hormonas menos revolucionadas que David pese a que ambos se quieren y se atraen por igual. A Rachid le preocupan también sus estudios lo que hace que pueda controlarse más. Rachid sonríe al verlo tan contento. Está enamorado de David, pese a esos golpes que le recuerdan lo que pasó el día anterior, está contento de tener a David a su lado, de que David se desviva por él.
--¡¿quieres algo en concreto para desayunar o hago lo que quiera?¡
David tiene la cabeza bajo la ducha.
--sorpréndeme –dice.
David procura despertarse con el agua, comienza una nueva vida para él y Rachid y quiere aprovechar hasta el último instante. Rachid quiere devolver las atenciones que David le ha dado preparándole el desayuno.


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