sábado, 3 de septiembre de 2011

Capitulo 16





David y Rachid están el uno al lado del otro en el urinario. Muy entretenidos. Se caen muy bien pero además se gustan mucho. Prestan atención a las palabras uno del otro pero también a sus vergas. Miran varias veces el uno hacia el pene del otro, están cachondos pero no saben ver el deseo del otro porque ante todo son amigos. Valoran demasiado su amistad, es por eso que no quieren un simple polvo. Es por eso que se frustran las ganas para no estropear la bonita amistad que ha nacido entre ellos. Ninguno de los dos hace pis. David porque no tenía ganas y Rachid porque está demasiado nervioso. Eso es algo que les sorprende a ambos. Los dos piensan que tal vez el otro esté incómodo y eso les confirma tanto a Rachid como a David que deben controlarse, centrarse en su amistad a pesar que tienen ganas de besarse. Rachid se la sacude y David se pega en el urinario para que Rachid no vea que ya la tiene más grande y le cuesta más guardársela. Están convencidos que no pasará nada sexual entre ambos, que no debe pasar pero igual se adoran y les gusta estar el uno al lado del otro. Ninguno de los son de lavarse las manos después y menos cuando no han hecho pis pero lo hacen porque les gusta ese clima que se ha creado entre los dos, les gusta estar los dos solos. Hablando de todo y de nada. Hablan y poco de los estudios, que en realidad es una excusa pero saben que tienen varias cosas en común.
--después de estudiar echamos una partida… ¡yo soy el mejor¡
--¡Con la consola nadie me gana¡ --Rachid.
--¡Eso ya lo veremos¡
Es un desafío pero amistosos. Están muy a gusto juntos, sienten que han encontrado su media naranja. Van al aula hablando, riendo y haciendo bromas. Álvaro los mira con mala cara pero, aunque le da rabia verlos bien, Álvaro no les dice nada y los dos amigos tampoco porque están muy contentos juntos y no quiere que nadie los distrae. Se ven muy cómplices.
--¡David, ven¡ --Yoli.
David le señala a Rachid su sitio.
--Ponte a mi lado, luego te dejo mis apuntes.
Se miran y se sonríen. Se gustan mucho. Yoli se lleva a David hasta un rincón. Le habla en un susurro.
--¿ya te lo has chingao?
David mira nervioso a Rachid, teme que lo haya oído.
--que te va a oír.
Los dos hablan muy flojitos pero Rachid está distraído mirando las cosas de David y no le hace caso.
--pero te lo has chingao o no?
--Claro que no… Es un amigo.
--pero te mueres de ganas y él es gay ¿verdad?
La sonrisita de David confirma las dos cosas.
--pero nadie lo sabe.
A Yoli le gusta mucho Rachid y le da rabia que también sea gay.
--¿Pero qué pasa? ¿es que ya no hay hombres?
--No te parezco un hombre? –burlón.
--Sabes a lo que me refiero…
David se va con Rachid. Los dos de pie. Yoli ve como hablan. Ella está detrás. Se fija en el trasero de ambos y suspira frustrada:
--¡ay que desperdicio¡






Durante la clase se gastan bromas mudamente y los acaban echando. Se va corriendo, se van persiguiendo. Disfrutan mucho estando juntos. Sólo les faltaría poder besarse cuando quisieran.

Esa tarde, David está solo en casa. Llaman al timbre. Va a abrir en camiseta y calzoncillos. Se sorprende al ver a Rachid.
--¿no habíamos quedado?
--sí pero en una hora y media.
Rachid se lleva las manos a la cabeza.
--¡perdona tío, no sé dónde tengo la cabeza¡
Rachid está muy sofocado. Se mira en el gordo paquete de David y está cachondo.
--si quieres vuelvo más tarde.
--No, pasa. Me visto y ya está.
--Por mi no lo hagas, si estás cómodo. A mi también me gusta estudiar cómodo.
--¡ah, pues estás en confianza¡ ¡¡sácate la ropa¡
--¿en serio?¿no te molesta?
--No claro…
Y David se excita mucho al ver como Rachid se queda en calzoncillos. Pasan la tarde deseándose, jugando a la video consola, abrazándose. El gran cariño que se tienen el uno al otro hace que puedan olvidar lo mucho que se desean y no lanzarse el uno en brazos del otro. Se despiden con un abrazo. No ha pasado nada entre ellos pero ambos se miran de ganas y están muy calientes.


Esa noche, David se acuesta pensando en Rachid y sueña con él: David y Rachid viven juntos aunque con otra gente. David se la pasa pegada a Rachid porque le gusta mucho pero no se atreve a confesarlo. Rachid está cocinando. En una olla hecha arroz, lo está preparando en el fregadero. David no se da cuenta y se lava las manos. El agua cae en el arroz. Entonces Rachid tiene que volver a empezar. David está pendiente del cuerpo de Rachid pero no de lo que hace. Y una segunda vez se lava las manos y le estropea el guiso a Rachid.
--¡ostia¡ --se queja Rachid.
David se ruboriza pero no dice nada. Rachid no vuelve a repetir. Los ingredientes que estaban en la olla se quedan pese a que David se ha lavado las manos encima. Arreglan la casa juntos pero son muy amigos aunque a David le gustaría tener algo más con él.
--¿a ti te molesta que si sobra comido de tu parte se la coma un marroquí? –le pregunta Rachid.
--A mi me parece una tontería que se divida la comida y si sobra pues que se la coma quien quiera ¡¡que más da¡
Rachid le sonríe satisfecho. David lo desea y se dispone a abrazarse pero se despierta en ese momento.
--¡mierda¡
David estaba disfrutando mucho de ese sueño y hubiera querido no despertar. Va en calzoncillos. Está muy sofocado. No deja de pensar en Rachid. Es de madrugada. Desea dormir para volver a clase, junto a Rachid pero no puede. Pensar en el sueño, en Rachid, en su verga lo tiene cachondo. Se conecta a Internet, le apetece buscar videos sexuales de árabes. Encuentra a algunos. Se empieza a masturbar peor no hace más que pensar en Rachid así que decide apagar el ordenador. Tiene los calzoncillos a sus pies. Se los saca. Se tumba en la cama y tranquilamente se masturba pensando en la bella verga de Rachid.


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