jueves, 19 de mayo de 2011

Capítulo 4


Jorge y sus amigos se ríen de Rachid.
--¿no entiendo? ¡qué broma es esta¡
Rachid está temblando. Se ha quedado en shock, no comprende porque Jorge se está burlando de él.
--¡es que me has hecho perder mucho dinero¡ ¡no creí que fueras tan tonto ni tan marica, peazo puta estás hecha, te pones a cuatro patas con cualquiera, como los animales¡ --Gorka.
Rachid mira a Jorge con lágrimas en los ojos.
--¿a qué viene todo esto?
Jorge se le ríe y dice:
--aún no lo has entendido…
Los amigos de Jorge se van burlando de él como Rachid no estuviera.
--¿y cómo la tienen los moros? –Gorka.
--bueno le falta un cacho pero ¡¡como la come el muy mamón¡ ¡¡es toda una putita¡ ¡como gritaba¡
Hablan entre risas. Rachid está furioso.
--¡eres un cabrón¡
Rachid lo quiere golpear y Jorge dice divertido:
--¿quieres que tus padres sepan lo que hace la putita de su hijo?
--¡no serás capaz¡
Jorge sonríe amenazante:
--si no te vas de la escuela y no vuelves lo haré.
Rachid lo mira decepcionado. Dolido.
--¿Por qué haces esto?
Jorge con desprecio le dice:
--¡me dais asco¡ ¡¡debiste quedaos en vuestro país¡
Rachid no se esperaba un comportamiento de ese estilo de Jorge.
--¿todo era mentira?
Jorge se le ríe.
--¡¡vaya si piensas y todo¡
Jorge se va riendo con sus amigos dejando a Rachid solo. Todos lo miran. Unas lágrimas deslizan por los ojos del guapísimo marroquí. Se va corriendo. La humillación que ha sufrido es muy dura y más después de lo feliz que ha sido. No para de correr, ni de llorar.















Esa misma tarde, un chico muy tímido, se encuentra en la biblioteca. Se llama Fer. Tiene 17 años. Es tímido y poco agraciado. No le gusta los lugares en los que hay gente por lo que no se relaciona con nadie. Le gusta estudiar y además ahí está rodeado de chicos y guapos lo que desata sus hormonas. Aún es virgen y siempre sueña con que uno de esos chicos quieran conocerlo, que le corresponda y así poner fin a su tristeza y su virginidad. Quiere tener novio y a ser posible muy guapo. Siempre va mirando a todos los guapos que pasan por su lado pensando si ese será su día de suerte. Sino almenos sus ojos se deleitan. Nada más llegar sus ojos se fijan en un rubiecito muy guapo. David.
--¡este chico yo lo conozco… es de la escuela¡¡ --dice para Fer.
Fer no le saca los ojos de encima a David.
--¡Es que está tan bueno¡ --va pensando.
Sabe que es imposible tener algo con el chico que es el más guapo de su escuela pero sí ha soñado muchas veces que coinciden en el lavabo. Le encantaría conocer la belleza que le cuelga entre las piernas.
--¡cómo vaya al lavabo no lo dejo escapar¡ --piensa.
David no lo duda. Un anciano se le adelanta a Fer. Entra en el lavabo justo detrás de David, antes que Fer.
--¡maldito viejo¡ --piensa Fer.
Fer teme que el anciano le quite el privilegio de hacer pis al lado de David porque sabe que en el lavabo sólo hay dos urinarios. Lo ha visto muchas veces en el instituto, David le ha puesto cachondo con su cuerpazo pero nunca ha tenido la oportunidad de estar cerca de él, poder verle el pene. Eso es algo que tiene muy ansioso a Fer. La alegría de Fer no tiene límites al ver al guapo David haciendo pis tranquilamente en el urinario y al señor que se ha encerrado en el wáter. Fer se pone al lado de David que hace pis. Fer no tiene ganas Nada más ponerse, Fer le ve la verga al guapo David. Es pequeñita pero a Fer le gusta lo que ve.
--No le debe medir más de 6 centímetros, pero es gordita –va diciendo Fer para si.
David se la agarra mucho pero Fer se la puede ver con claridad y algo que le encanta. Se da un buen gusto. Ya que no tiene a su lado a un hombre se deleita con la anatomía de un guapo como David. Lo que más le gusta de David es el culo.
--¡que culo tiene¡ --piensa Fer.


David es guapísimo, es uno de los hombres más guapos que Fer nunca haya visto para no decir el que más pero casi le gusta más de culo que de cara.
--¡Es que tiene un culo diez¡ --dice Fer que no le saca los ojos de encima a David.
A David se le ve el culo en pompa cuando se inclina para agarrar un trozo de papel higiénico. El culo le queda bien dibujado. Fer está detrás muy cachondo. Se va detrás de esté guapo deseando que el momento no acabe nunca. Le gusta lo que está viendo pero sabe que después de va a sentir muy frustrado al darse cuenta que un monumento así nunca va a ser para él. David le sujeta la puerta a Fer ya que salen los dos juntos. Fer queda encantado.
--¡que guapo –dice Fer para sí—encima que me enseña la verga me aguanta la puerta.
David ha sentido el deseo de Fer. Se ha dado cuenta que lo ha hecho feliz a Fer y eso le gusta. Son dos puertas la que separan el baño del resto de la sala. Antes de abrir la segunda, David se gira. Extiende su mano y le dice al chico con una sonrisa amplia y seductora.
--soy David.
A Fer casi le da un infarto.
--¿¿qué?¿cómo??¿¿qué?
A David le gusta la timidez de Fer, que lo mire como si no fuera real, como si fuera un sueño. Quiere cumplirle ese sueño.
--Yo soy David, lo lógico es que tú me digas tu nombre…
--¡Fer, soy Fer…¡ --balbucea nervioso.
Ambos encajan sus manos. A David le hace gracia la cara de Fer que casi parece que le vaya a dar algo.
--¿te apetece tomarte algo conmigo?
Fer casi desvanece, David le sonríe con mucho cariño. Le gusta mucho el chico.

Al día siguiente, Yolanda llega al instituto y se queda helada al ver a Fer besándose con David. Está acostumbrada a ver a su amigo con chicos guapísimos y se frota bien los ojos. No entiende qué hacer con alguien como Fer. Fer aún no puede creer que David lo esté besando, que esté con él. Le parece un sueño del que va a despertar en cualquier momento. A David le gusta la forma en la que lo mira Fer, le hace sentir especial, importante, amado.


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