martes, 21 de junio de 2011

Capítulo 9



Rachid va a la biblioteca. Lo que pretende es ver a Álvaro. Se quedó con un gusto amargo el día anterior.
--¡Novia, tiene novia¡ ¿¿cómo si se acostó conmigo?
Se los imagina haciendo el amor apasionadamente y tiene celos. Que tenga novia eso es algo que le molesta pero tampoco se lo puede reprochar.
--Tal vez algún día tengo que hacer yo eso para no salir del armario.
Pero Rachid está muy contento con Álvaro.
--le tengo que dar una oportunidad para que se explique.
Lo ve en la biblioteca. Rachid se acerca a él.
--oye, ¿qué tal? ¿qué pasó ayer? ¿Cuándo nos volvemos a ver?
Rachid se ha acercado a Álvaro porque ha visto que está solo pero en realidad la novia está.
--¿¿Quién es este moro?
Rachid se ha visto demasiado cariñoso con Álvaro y para que la novia no sospeche, Álvaro trata mal a Rachid.
--Nada, un moro maricón que acosa a todo el mundo…
Mira a Rachid burlón:
--das pena tío…
Álvaro se va con su novia riendo dejando a Rachid hecho polvo. Rachid se va al baño, se lava la cara.
--¡no voy a llorar por ese imbécil¡
Alguien entra, es Álvaro que lo abraza por la espalda.
--Mi novia ya se fue… mira perdona por lo de antes. Era para disimular pero te voy a echar un polvo que…
Rachid se aparta de Álvaro, lo mira con desprecio:
--¿¿crees que me voy a acostar contigo después de lo que me has hecho?
Álvaro sonríe travieso:
--Merece la pena.
--¡A mi no, no te me acerques en tu puta vida o te parto la cara¡ --Rachid furioso.
--¡tú te lo pierdes¡ --Álvaro furioso.
Rachid se va. Álvaro golpea la pared furioso.
--¡a mi ningún moro de mierda me abandona¡ ¡¡éste maricón se va a enterar¡



Al día siguiente, David llega tarde al instituto. Va por el camino de siempre pero atraviesa la carretera antes de donde acostumbra a hacerlo. Al lado de un árbol un moro se saca la verga delante de él y se pone a mear. David se queda muy sorprendido pero ¡¡que sorpresa tan agradable pero mucho¡
--joder, que buena verga acabo de ver de buena mañana… --dice para sí.
Es Rachid quien muestra la verga de David sin ningún problema. David está encantado con esa visión. Es una de las vergas más bonitas que ha visto en su vida. ¡¡y mora¡
--¡jhey, un moro¡ ¡¡nunca he chingao con uno, nunca le he visto la verga a uno¡ --va pensando.
Es larga, el doble que la suya y bastante gorda. Se fija en el detalle de la circuncisión.
--vaya, con lo que me gusta morder el pellejo… pero guay… una novedad… --David para sí.
Rachid está hablando por el móvil. Se la saca que está cruzando David y se la ve un buen rato.
--Además es guapo –piensa David.
Le gusta, le gusta verlo mear.
--¡anda que si no tuviera novio lo que le haría a este moro¡ ¡¡cómo me lo chingaría¡ ¡¡le demostraría como es una buena verga española¡ --pensamientos de David.
David tiene a Rachid tan cerca. Pocas veces tiene tan cerca una verga que no se va a comer. Aunque está feliz con la vida que lleva con Fer, aunque no quiere ir de un chico a otro como antes, sí le gusta mucho Rachid. Le gusta verla la verga con detalles.
--Es que se la ve perfectamente… que verga tan guapa¡ --piensa.
David se hubiera querido quedar allá mirando. Sabe que no puede tener nada con el marroquí. No sabe si es gay y además él ahora está en otra onda. Quiere a Fer y no le apetece nada eso de acostarse con los desconocidos aunque si lo hubiera conocido días atrás…
--¡este moro se hubiera enterado de lo que es bueno¡ --va pensando.
David no sabe si es porque se está dando cuenta que lo está mirando sorprendido y excitado pero le hace un gesto con la mano con de disculpa.
--¡que majo¡ --piensa David.
David está encantado :
--¡encima que me enseña esa vergaza me pide perdón¡ --para sí.
David lo mira, por última vez:
--no tranquilo… tú a lo tuyo…
David sigue su camino:
--vaya, le tenía que haber dicho que le perdono si se la como –dice para sí divertido.
Pero se lo dice de broma. Ve que un viejo se para delante de Rachid.
--vaya con el viejo, con la excusa de hablarle pues bien que se la mira, seguro que se ha puesto cachondo el viejo este, le podía haber dicho que me quedaba a su lado para evitar que nadie se ofendiera…
Ve que el viejo grita.
--¡esto aquí no se hace, moro de mierda¡ ¡¡voy a llamar a la policía¡
Rachid está pasando un mal rato:
--lo siento, no se ponga así… Es que no podía más. Tampoco hace falta que ofenda.
Rachid está muy avergonzado pero mea con fuerza y ahora no puede parar. David no lo duda, se pone entre el viejo y David.
--¡largo de aquí viejo¡
El viejo tenía ya el móvil (Rachid ha guardado el suyo de golpe) en la mano pero la mirada dura de David lo asusta.
--¡cómo le vuelta a faltar a mi amigo te parto la cara¡
Con timidez, el hombre dice:
--yo solo decía…
El hombre estaba paseando al perro y David le dice:
--¡seguro que tu perro mea en las fachadas…¡
David es muy agresivo, Rachid sigue meando sorprendido. No sabe quién es ese chico pero le encanta. Le ha gustado nada más verlo y le emociona que sea así, que esté dando la cara por él.
--¡yo lo que creo es que todo esto lo estás haciendo porque te gusta la verga de mi amigo y se la quieres ver¡ --David al viejo.
El viejo se ofende mucho y se va. David se queda frente a Rachid. Está tan cerca que incluso le salpica un poco pero Rachid no se da cuenta y David no dice nada porque está excitado.
--perdona tío. Es que no puedo parar…
--No le hagas caso al viejo, pero yo me quedo contigo así se tapa y nadie te molesta…
--ostia tío, muchas gracias.
David está encantado, Rachid está haciendo pis de cara a la acera. David piensa que él lo hubiera hecho de cara a la carretera, así es más difícil que alguien le vea el pene. David no sabe que Rachid ha querido que David le viera la verga.
--No, tranquilo. La gente se pasa mucho. Tampoco hay que insultar.
--Yo me llamo Rachid.
--yo David.
--perdona que no te dé la mano…
Los dos se sonríen. A David le ha encantado la verga de Rachid, en un primer momento lo que piensa es en comérsela pero ahora la simpatía de Rachid es lo más importante. También le pone cachondo ver como se la sacude, como se la guarda. Rachid extiende su mano. Se encajan las manos, a David le encanta tocar la mano que ha tocado la verga.
--te invito a un café. Es lo menos que puedo hacer por ti.
David ha olvidado que llega tarde a clase, que Fer lo está esperando.
--claro.
Juntos van a un bar, se gustan. Están contentos de haberse conocido.



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