miércoles, 29 de junio de 2011

Capitulo 10





David y Rachid están en un bar, tomando cada uno un café. Los chicos se han hecho muy amigos. A los dos les encanta estar juntos.
--¿y tú donde ibas?
David sonríe:
--Pues llegaba clase a tarde.
--Perdona tío, ¿y por mi culpa no has llegado?
--Es un rollo, me gusta más estar contigo.
Los dos no dejan de sonreír. Esa sonrisa le encanta al otro. Están fascinados. Se quedan pero no saben nada del otro, además se caen bien. El uno quiere ser amigo del otro y no quiere estropearlo si el otro sabe que es gay y lo mira como macho a parte de cómo amigo.
--¿y tú qué haces?
--tuve un problema en mi cole y ahora voy repasando, un colega me iba a dar los datos de una escuela por mail pero no me lo da.
--porque no te apuntas en mi cole?
--se podría...?
A los dos les gustaría mucho estudiar juntos. Se han caído muy bien y quieren conocerse más.
--le puedo pedir el favor a la directora, me dirá que si.
--y eso?
--no se lo digas a nadie, pero la directora, Olimpia, se tira a mi padre. Con tal que no le diga a mi madre pues hará lo que le pida.
Rachid lo mira sorprendido pero le hace gracia
--le haces chantaje a la directora y a tu padre?
--no, yo no me meto en la vida de mi padre a cambio que él no se meta en la vida. Nunca le he pedido un favor a la directora.
--¿lo harías por mi?
--sí, sería genial tenerte en la misma clase.
--si, que se lo seria..
Chocan sus manos. Los dos han conectado. Se han caído bien. Se gustan aunque se mantiene distantes. No saben que el otro es gay.
--¿porqué no nos cambiamos los móviles? Esta tarde podemos quedar para tomar unas cervezas y me cuentas qué tal te ha ido?
--No es que los moros no tomáis alcohol…? digo los marroquís. No te quería ofender.
--tranquilo, tú me puedes llamar moro. Sé que lo dices con respecto.
--Es que como a muchos os molesta.
--y no es que me guste pero sé que eres buena persona, que no lo dices por ofender…
Y se miran a los labios y suspiran, les gustaría besarse pero no quieren dar un paso en falso que ponga en peligro esa amistad que ha nacido.
--bueno, pues nos vemos.
David y Rachid se va cada uno por su lado. Rachid se gira enseguida para mirarle el culo.
--¡que bueno está el tío¡
Le encanta como amigo, como novio, como amante.
--pero seguro que no es gay.
David está muy excitado. Si hubiera conocido a Rachid en otro momento y si supiera que es gay no hubiera dudado en acostarse con él.
--Es un amigo, nada más.
Aunque a David no le importaría nada que se convirtiera en algo más. Se gira y le da vergüencita ver que Rachid se está mirando. Los dos se sonríen, se sofocan.
--¿le gusto?
Es una pregunta que se hacen ambos. Ambos se sonrojan al ser descubiertos por el otro como si fuera un adolescente. Además David piensa en Fer.
--¡mierda¡
En ese momento piensa en que le gustaría ser novio para poder lanzarse en brazos de Rachid pero aunque Rachid le gusta porque está muy bueno no quisiera que fuera uno más, un cuerpo que le da placer y no volver a verlo. A Rachid le da pena ver a David alejándose pero lo más importante tanto como David como para Rachid es su amante.
--Es un buen amigo, no puedo perderlo por pensar cosas que no debo –piensa el uno del otro.
Recién se conocen pero quieren conocerse más.

Yoli ha faltado a clase porque está preocupada por David.
--¡tío, te estaba llamando¡
--si lo sé, tengo montones entre las tuyas y las de Fer.
--No me lo digas que tu novio –y lo de novio lo dice con desprecio—está histérico. Menos mal que ni muerto falta a clase. Tú dónde estabas.
David está muy sofocado. Cachondo por la verga de Rachid y hechizado por el rato que ha estado con él.
--¡tú has chingao¡ --le dice Yoli.
--¡claro que no, no seas bestia¡
--¡pero has conocido a alguien¡
David suspira y sonriendo travieso:
--Un moro guapísimo estaba meando delante de mí… ¡qué bueno estaba¡ ¡luego nos hemos ido a tomar un café¡
--¡un moro?¡ ¡yo me lo chingo¡ ¿no es gay, no?
David piensa en cómo lo ha mirado.
--igual yo tengo novio.
--¡¡eso te pasa por bobo¡ ¡¡te vas a arrepentir de haber metido a Fer en tu vida¡
--Fer es algo especial, Rachid es un amigo.
--pero te encantaría acostarte con él ¿no?
Su mirada pícara lo delata:
--si tengo que perder su amistad no.
Una profesora se acerca a ellos.
--¿y se puede saber de dónde viene?
--Mi padre te puede hacer un justificante mientras te lo chingas.
--¡A mi no me faltes al respecto¡
Olimpia iba a irse pero David la llama:
--te tengo que pedir un favor.
Olimpia sabe que no puede decir no.
--ven a mi despacho y me lo cuentas…
David va muy contento. Sólo piensa en Rachid.

Rachid y David se ven en la tarde.
--tío, ya tienes plaza… empiezas mañana en mi clase.
--¡tío eres genial¡¡tú sí eres un amigo¡
Chocan sus manos y se funden en un fuerte abrazo. Sienten el latir del corazón del otro. Acelerado. Sus labios tan cerca, se mueren por un beso.

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