lunes, 5 de septiembre de 2011

Capitulo 17



David está fumando sentando en el respaldo de un banco. Bosteza. Se le ve cansando. Y es que después del sueño que ha tenido con el musulmán que le apasiona, David no ha podido volver a dormir. Rachid se le acerca. También fuma. El corazón le late más deprisa al ver al guapo David. Se estremece al verlo y es que le gusta mucho. Le encanta.
--¡que bueno está¡ --piensa para sí.
Se le va acercando por detrás. Lo va mirando con mucho cariño, con deseo. Se da cuenta que está bostezando mucho y eso le despierta mucha ternura. Sonríe con dulzura. Le gusta mucho David, le daría un fuerte abrazo por la espalda pero le da miedo ser demasiado apasionado y hacer sentir mal a David. No puede olvidar que David tiene pareja y no quiere ponerlo en problemas con Fer. David no deja de bostezar y hasta se le cierran los ojos. Con mucho cariño, Rachid le pone la mano con la que no sujeta el cigarro en el hombro. Le habla con mucha dulzura porque, a pesar que hace muy poco que se conocen, pues le tiene mucho afecto.
--tío, que te vas a quedar dormido.
David abre los ojos y le encanta ver a Rachid. El árabe se le sienta a su lado en el respaldo del banco.
--¿qué, te quedaste hasta tarde en el ordenador?
David bosteza ante la mirada divertida de Rachid.
--Es que me he despertado en plena madrugada y no he podido volver a dormir.
A David le da vergüenza hablarle del sueño para que Rachid no se dé cuenta que piensa demasiado en él.
--Es que he tenido una pesadilla.
En realidad gustarle tanto Rachid pero tener pareja y creer que no es el tipo de Rachid es una verdadera pesadilla. Rachid lo mira divertido.
--No me digas que pasaste mucho miedo ¿y te hiciste pis? –le dice burlón.
David le da un golpe pero de broma. Los dos ríen divertidos.
--lo que pasa es que me desvelé…
Y aún no ha acabado la frase que David bosteza con fuerza. Aún es temprano, aunque habían quedado para más tarde, los dos tenían ganas de volver a verse y no han tenido espera. Rachid le pone la mano en el muslo. Es un gesto de camarería pero que a David le pone bien cachondo. A Rachid también le gusta mucho tocar a su guapo amigo.
--venga, vamos a tomar un café bien cargado que si no te vas a quedar dormido en clase.
David está muy cansado pero igual la presencia del guapo árabe lo ayuda a despertar.
--contigo a mi lado es imposible que me quede dormido.
A Rachid le sorprende pero le gusta el comentario.
--¿y eso?
No se cuenta que David se ilumina nada más verlo. David siempre ha sido muy lanzado con los chicos, muy activo sexualmente y si lo único que le interesara de Rachid fuera echarle un buen polvo pues pondría la directa y no pararía hasta meterla sin importarle nada pero es que por Rachid está empezando a sentir algo que ningún otro le ha hecho sentir y no lo quiere estropear. Igual sentimiento está despertando en Rachid. A los dos les gusta estar juntos y aunque también se desean prefieren quedarse con las ganas de ese polvo pero conservar esa buena amistad que se está afincando. Los dos se levantan. David le ofrece de su cigarro, Rachid le muestra el suyo. Van caminando muy amistosos, contentos. Muy cómplices. Va a una cafetería cercana y se quedan charlando y mirándose por largo rato. A David le suena el móvil. Es Fer. No lo toma y lo desconecta. Ante la mirada cómplice del otro. Siguen a la suyo y van pasando los minutos. Se acaban dando cuenta que se les ha echado el tiempo encima. Mirando a Rachid a David se le ha olvidado el sueño.
--¡ostia, con lo temprano que he salido de casa y encima vamos a llegar tarde¡ --Rachid.
Los dos ríen. A ninguno de los dos les importa porque se le pasan bien juntos. Rachid paga los dos cafés. No tienen tiempo de discutir.
--pero en la tarde nos tomamos unas cervezas y pago yo –dice David mientras ambos corren.
--hecho¡
Es la excusa ideal para volver a verse y es algo que a ambos les encanta. Se dan el lujo de hacerse bromas en el camino, se dan patadas. Saltan el uno sobre el otro. Se la pasan muy bien juntos.





Llegan a clase justo antes que el profesor cierre la puerta. Llegan riendo, divertidos. Animados. Aunque ninguno de los dos se está dando cuenta, son los únicos. Se nota que está ocurriendo algo entre ellos. Yoli siente algo de envidia. Cree que los chicos están viviendo una historia de amor y se siente frustrada porque le gustaría vivir una relación así. Álvaro los mira con un odio atroz. La rabia lo consume. Rachid y David se sientan juntos ajenos al resto. A los dos les gusta sentarse juntos. Se excitan al sentir el cuerpo del uno pegado al otro. Sus piernas se tocan constantemente. No están atentos a la clase. No dejan de mirarse, de sonreírse. Por debajo de la mesa se van haciendo bromas con las manos, van jugando. Al final de la clase, Fer va a buscar a su chico al aula. Se queda en la puerta. No se atreve a entrar. No le gusta lo que ve. No es nada comprometido pero no le gusta la complicidad que ve entre ellos. David y Rachid están sentados el uno al lado del otro. Sus cuerpos se tocan, se desean. Hablan, bromean, se tiran bolas de papel. Juegan. Fer se muere de los celos. Yoli se acerca a Fer por detrás.
--lo vas a perder –le dice burlona.
Fer siente a David como una propiedad que disfruta. Le sabe mal perder ese cuerpo que tanto le gusta disfrutar. Se da cuenta de los vivos que están los ojos de David. A él nunca lo ha mirado de esa manera. Yoli se queda detrás de Fer. Aunque le gustaría estar en el lugar de Davisd, siempre ha pensando que Fer no está a la altura de David y en cambio Rachid sí sería el novio ideal para su amigo.
--Lo vas a perder –le repite.
Fer se molesta. David es demasiado guapo, demasiado buen amante y le da rabia que todo haya acabado pero no se piensa dar por aludido hasta que David se lo diga. Yoli mira divertida a Fer mientras éste se retira.
--tranquilo, no le pienso decir a David que has venido –Yoli con ironía.
David y Rachid juntos entre risas y miradas. A Álvaro le da mucha rabia verlos juntos así de animados. Le da un fuerte golpe a la mesa interrumpiendo el juego de los chicos.
--¿a ti que te pasa? –David macarra.
David se le quiere enfrentar a Álvaro, Rachid le agarra del brazo. No quiere que se meta en líos.
--no merece la pena, olvídalo.
Álvaro los mira a los dos con desprecio.
--¡cuidado conmigo¡ --les advierte.
David se levanta de su sitio y mira a Álvaro con rabia. No le perdona que estropee sus momentos con Rachid.
--¡¿quieres que yo cuente todo lo que tú sabes que yo sé?¡ ¡¡Sabes que soy un tío legal, discreto, que no me meto en la vida de los demás pero si nos sigues molestando tengo muchas cosas que contar¡
A Rachid le sorprende lo que dice David. No sabe si David habla de él y Álvaro o es otra cosa. Si ve que Álvaro agacha la cabeza y se va. David le sonríe a Rachid que lo mira intrigado.




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